Una de las mayores preocupaciones de una mujer después de dar a luz, es recuperar en el menor tiempo posible. Durante la gestación el cuerpo sufre una serie de cambios o transformaciones. Muchas mujeres recuperan su silueta si siguen las indicaciones de sus médicos. Sin embargo un alto porcentaje de mujeres después de dar a luz, quedan con sobrepeso, lo que afecta a su salud tanto física como emocional.
Para llegar a tener el peso de ensueño, la mujer esforzarse y tener fuerza de voluntad, ya que este objetivo conlleva un largo y arduo camino por recorrer. Una de las partes del cuerpo que no regresa a su forma original es el busto, pues por la lactancia estos crecen debido a los cambios hormonales. Pierden firmeza, se tornan flácidos, en algunas mujeres el se pierde el tamaño original, pero es relativo.
Debido al aumento de peso, la piel tiende a estirarse, formándose estrías.
Lamentablemente no existe algún producto que las elimine en su totalidad, por eso antes de que parezcan es obligatorio prevenir su aparición aplicando aceites naturales tales como el de rosa mosqueta, boraja, palta, entre otros. Si después de su uso se presentará alguna irritación, se debe dejar de emplearla de inmediato.
Después del embarazo suele presentarse en algunos casos, varices , solamente con un adecuado tratamiento médico.
En caso de alumbramiento por cesárea, la cicatriz o corte no se elimina jamás, salvo que se haya hecho con previa cirugía estética. Con el paso de los años, la cicatriz puede hacerse menos visible, sin embargo nunca desaparecerá.
El hecho de tener un bebé, es una satisfacción inigualable, y significa mucho sacrificio, sin embargo, los cambios o transformaciones corporales es el principal factor de la depresión. Por ello, se recomienda que las mamás primerizas, después de un período de recuperación visiten a un nutricionista que pueda planificar un régimen alimenticio; así mismo darse un tiempo para realizar rutinas de ejercicios.
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