1. Las mujeres no experimentan "sueños húmedos"
Los orgasmos nocturnos son la versión femenina de los sueños húmedos masculinos. Sólo porque la excitación femenina durante el profundo sueño REM (movimiento rápido del ojo) no sea visible exteriormente, no significa que no ocurra.
Los investigadores han encontrado la misma clase de respuestas de excitación en las mujeres al medir cambios en sus genitales durante el sueño. En la mayoría de los casos son impulsos inconscientes de los que uno no se acuerda al despertar... (¡qué pena!)
2.Las mujeres eyaculan al igual que lo hacen los hombres
Este tema está siendo debatido por sexólogos de todo el mundo, pero pocos dudan ya que muchas mujeres expulsan fluido durante el orgasmo. Lo que todavía se desconoce es cuál es su origen.
Hay opiniones para todos los gustos, desde si es orina hasta que es una secreción de las glándulas vaginales. Lo importante es que te ayude a disfrutar más de tu orgasmo.
3.Los orgasmos simultáneos ofrecen mayor placer que los experimentados de forma separada
La idea es romántica y qué duda cabe que conseguir un orgasmo conjunto produce una sensación muy especial. El problema llega cuando uno se obsesiona con la idea. Se ha de buscar la satisfacción mutua, independientemente de lo que tarde cada uno en sentir placer.
A veces resulta bastante más placentero poder disfrutar del orgasmo propio, y antes o después de éste el de tu pareja también. Probando diferentes rutinas es más fácil descubrir otros placeres no menos intensos o hermosos.
4. La impotencia en la vejez tiene causas físicas, el deseo sexual y la capacidad disminuyen después de los 50 años
Es difícil determinar si el declive en el número de relaciones sexuales que se observa en los estudios a partir de una cierta edad es por razones puramente físicas o si el condicionamiento cultural tiene algo que ver.
El paso de los años no tiene por qué afectar al deseo sexual ni provocar impotencia, pero hay que sopesar causas externas como enfermedades o la situación familiar. En todo caso mientras tu estado de salud sea bueno los 50 no tienen porque ser "el principio del fin", ni mucho menos.
5. El orgasmo vaginal y el orgasmo clitoridiano son cosas diferentes
El clítoris es un órgano bastante más extenso de lo que muchos creen, ya que gran parte de su extensión es interna, justo por encima de la entrada al conducto vaginal. Por lo tanto es imposible tener un orgasmo vaginal sin la participación del clítoris.
De hecho es gracias a la excitación del clítoris como se consigue llegar al orgasmo durante la penetración, sobre todo cuando piensas que 2/3 de la vagina carecen de terminaciones nerviosas. Prueba con diferentes tipos de estimulación y descubre la que más te haga disfrutar.
6. El coito debe evitarse durante el embarazo
Este mito sigue vivo por el miedo que existe a afectar al desarrollo del embarazo y la falta de información disponible. Si bien en el primer trimestre la mujer puede sufrir una disminución en el deseo sexual debido a los cambios físicos provocados por el comienzo de la gestación, en el segundo trimestre suele reaparecer y con él la excitación y la capacidad de aumentar la calidad del orgasmo.
Es sólo en el tercer y último trimestre del embarazo cuando sí hay que tener más cuidado con el coito. El periodo de puerperio es más delicado, ya que intervienen cambios importantes en la vida de pareja y existe el peligro de la depresión postparto. Aún así el deseo sexual suele reaparecer en plena forma al mes y pico del nacimiento.
7. El alcohol y la marihuana son estimulantes sexuales
El efecto desinhibidor del alcohol y de la marihuana hace que muchos crean que contribuye a mejorar su rendimiento sexual. Pero el caso es que dos o tres copas bastan en muchos casos para suprimir la erección en los hombres y dificultar la respuesta orgásmica en las mujeres, dado que el alcohol es un potente depresor del sistema nervioso.
La marihuana funciona de una manera muy similar y, como en el caso del alcohol, si se consume de forma regular puede llevar a un desinterés por el sexo, tanto en hombres como en mujeres. En las mujeres reduce la lubricación de la zona vaginal lo cual puede conducir a que el coito sea más doloroso. En cuanto a los hombres, pueden ver reducida y debilitada su producción de esperma.
8. El sexo anal indica inclinaciones homosexuales
El deseo de experimentar con el sexo anal no tiene por qué confundirse con la homosexualidad, ya que no es una práctica limitada a los homosexuales. El 40% de las parejas heterosexuales reconocen haber probado esta técnica en al menos una ocasión.
De hecho, históricamente hasta se ha utilizado para zafarse de la prohibición de acostarse con una virgen o simplemente para evitar un embarazo no deseado. Sea quien sea tu pareja lo importante es tener un lubricante a mano y dejar que la persona que va a ser penetrada marque el ritmo.
9. El sexo oral es pervertido
Te puede gustar o no, pero el sexo oral no sólo no es una perversión sino que es una de las formas más gratificantes de gozar de tu sexualidad.
Es una experiencia sensual muy natural que ayuda tanto a mujeres como a hombres a disfrutar a menudo de una forma más intensa que la penetración.
10. La masturbación es un hábito de los jóvenes e inmaduros
Si bien la masturbación es una actividad que suele iniciarse en la pubertad hacen bien los que no la abandonan jamás. Te ayuda a descubrir tu cuerpo y a gozar de él, haciendo que sea más fácil explicarle a tu pareja lo que prefieres.
Hace que las épocas en que no tienes pareja sean más llevaderas, te ayuda a desinhibirte y probar tus fantasías sexuales tranquilamente, te relaja, prolonga tu vida sexual y fortalece tu musculatura pélvica. No te dejes engañar, éste es un hábito que debes mantener toda tu vida sin vergüenza alguna.
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