Efectos del tabaco en la piel

Claro que lo peor del tabaco no es lo que se ve, pero no menos cierto es que la piel del cutis sucumbe ante los tóxicos del cigarrillo, y se manifiesta de diferentes maneras.

Si la salud te preocupa pero te falta un último empujón para dejar de fumar, aprendamos los efectos del tabaco en el cutis, para que así encuentres la motivación necesaria para vencer este hábito tan poco sano.

Las líneas de expresión se hacen más marcadas, ya que produce una gran deshidratación en la piel del rostro, especialmente en el "código de barras", como se llaman a las rayitas que aparecen sobre el labio superior, producto del gesto de inhalar el humo. La deshidratación se extiende también al cuerpo.

El tabaco afecta negativamente la circulación, entorpeciendo la renovación celular, y propiciando retención de líquidos, várices y celulitis. Camina a paso ligero 40 minutos al día para contrarrestar ese efecto.

El tabaco destruye nutrientes y sustancias benéficas para la piel, como el colágeno natural que produce el cutis naturalmente, así como la vitamina C. Así, se acelera el proceso de envejecimiento de nuestro rostro.

El tabaco afecta el olfato y el gusto. Eso dificulta llevar una dieta sana, ya que se tiende a optar por alimentos altos en grasas, azúcares y sal para sentir mejor su gusto, porque los aromas y sabores sutiles se pierden para los fumadores.

Si al tabaco le sumas exposición al sol sin protección, producirás la descomposición del colágeno y elastina de la piel, que hará que aparezcan manchas, arrugas y sequedad.